EL ARTE DE FRACASAR COMO PACIENTE

Decálogo de cómo No hacer terapia y/o destrozar a tu psicólogo/-a

Tras más de dos décadas de intenso trabajo terapéutico he aprendido mucho sobre el arte de fracasar como terapeuta y sobre el perfeccionamiento de los propios pacientes a la hora de mantener su problema hasta hacernos perder la cordura. En el post de hoy, sin embargo, me centraré en dar unas recomendaciones a los lectores acerca de cómo fracasar como pacientes. Si el lector sigue escrupulosamente este decálogo, puedo garantizar tanto su frustración como la del terapeuta de turno.  Con la experiencia, he llegado a la conclusión de que la psicoterapia es cosa de dos (o de más personas si es familiar), por tanto el fracaso en la terapia también es cosa de dos.

He aquí, envueltas en papel de regalo, mis diez sugerencias para sostener la amargura y asegurar el fracaso terapéutico:

1. La primera manera de amargarle la vida a un psicólogo es pedirle hora urgente, cuando éste haya hecho lo posible por atenderte y acomodar su agenda, no asistas a la sesión.
2. Pide cita para otra persona, eso es una maravilla para conseguir que todo el mundo rezume bilis. Pide hora para tu pareja sin que él o ella estén de acuerdo, es una hermosa manera de perder el tiempo y/o el dinero y aumenta el resentimiento de todos.
3. Fuerza a un adolescente a hacer unas sesiones que no desea y concierta una cita sin su consentimiento.
4. Mantén en secreto el verdadero motivo de tu malestar, y proporciona entretenimiento a tu psicólogo-a con asuntos triviales.
5. Visita a varios profesionales a la vez, y a ser posible de diferentes orientaciones clínicas. Así se genera un buen jolgorio y se mantiene tu dificultad pudiendo acusar a todos de fracaso.
6. Tras realizar una búsqueda en internet, lleva tu propio diagnóstico a terapia y muéstrate disconforme si el profesional opina otra cosa. Labrarse así el infortunio es artesanía pura.
7. Empieza la sesión diciendo que no crees en psicólogos, es una buena manera de generar una relación infructuosa a corto plazo.
8. Inicia una terapia porque te la recomienda alguien y no por propio deseo, ello conlleva varias sesiones de plena insatisfacción.
9. Nunca te permitas dudar tu propia versión de lo que sucede, mantener el propio e infructuoso modelo de mundo garantiza un perpetuo malestar.
10. Espera que el/la psicóloga sea tu amiga/-o y toma como una ofensa cualquier idea que no concuerde con lo que quieres. Esfuérzate en verte rechazado cuando un buen profesional te recuerde que no es ese amigo que deseas.

Las propuestas de este post contienen una absoluta garantía de fracaso que nos permitirá vivir en el confort de nuestras miserias

Lamento la brevedad de este decálogo porque probablemente existe un universo de medidas concretas para fracasar como paciente que no he reflejado aquí. Lo importante es saber, a estas alturas, que todo ello conlleva mantener la capacidad de seguirnos quejando y culpando a todo el mundo de nuestra gris existencia.